La salud no es solo ausencia de enfermedad, sino que es un estado de equilibrio entre todos los ámbitos de la persona: físico, mental, emocional y espiritual.
La causa de muchas enfermedades es la pérdida de energía vital, como consecuencia de una inadecuada salud física y psicoemocional que hace que:
- El cuerpo no puede establecer su proceso homeostático para desencadenar bien todas sus funciones
- Somatizamos en el cuerpo conflictos no resueltos que lo utilizan como llamadas de atención.
Nuestro cuerpo está diseñado para reparar y restituir muestras células y para equilibrar nuestra bioquímica.
Cuando no somos coherentes con la vida que llevamos, no nos nutrimos adecuadamente, no respetamos las leyes de la naturaleza y no soltamos con asiduidad las emociones encerradas en nuestra mochila emocional, la rabia, la ira, el resentimiento, disminuye nuestra energía y esto provoca toxicidad en nuestro cuerpo y por tanto enfermedad.
Se asocia menopausia a enfermedades, deterioro físico y cognitivo por el cambio hormonal que vamos a experimentar las mujeres, pero, las enfermedades no se deben atribuir sólo al hecho de entrar en la edad madura o al cambio hormonal, la salud no viene determinada al 100 % por el paso del tiempo, sino que influye nuestro estilo de vida y nuestra salud física y psicoemocional.
La hormona que más tiene que preocuparnos, es la hormona del estrés, el cortisol. Es la que puede tener mayores efectos, al afectar nuestro sistema inmune y desvitalizarnos. Existe para que el cuerpo pueda responder a situaciones de peligro inmediato para nuestra integridad física y nos proporcionan energía rápida para huir o para luchar por nuestras vidas. Pero cuando se encuentra en nuestro organismo de manera crónica, debido a estrés físico o psicoemocional constante, provoca la inflamación de las células, afectando a nuestro sistema inmune y desvitalizándonos. Esto es la causa principal de todas las enfermedades degenerativas.
Por eso es tan importante hacer cambios en el estilo de vida y mejorar nuestra salud física y psicoemocional, para economizar la energía vital y que el cuerpo tienda a su equilibrio u homeostasis, eliminando la toxicidad presente en el cuerpo y regenerando tejidos y órganos.
Aumentar la vitalidad repercutirá en un mayor bienestar ya que cuanto más energía menos problemas de salud y más capacidad para gestionar y afrontar las diferentes circunstancias de la vida que nos puedan desvitalizar.
Identificar diferentes factores de diversas áreas que llevan a un desequilibrio y pérdida de energía vital:
- Área física: alimentación, el descanso, el ejercicio, los biorritmos, el consumo de tóxicos, conectar con la naturaleza.
- Área psicoemocional: gestión emocional, manejo del estrés, asertividad, autoexigencia, perfeccionismo, pensamientos o creencias limitantes, aceptación de lo que no depende de nosotras, gratitud, interacción social y vínculos saludables, cerrar ciclos, el perdón, sanar aspectos del pasado o cerrar etapas y el grado de placer que hay en nuestra vida.
Cualquiera de estos factores puede ser un aporte o una fuga de energía, por lo que es importante hacer una trabajo personal para identificarlos y analizarlos para ver como afectan nuestro estado de salud.
¿Cómo está tu salud física y psicoemocional?